martes, 29 de julio de 2008

Entrevista a Jorge Halperín




El periodista Jorge Halperín inició su carrera en 1967, desde entonces trabajó en diarios – La Razón, El Cronista Comercial - y revistas – Mengano-. Entre 1991 y 1998 estuvo a cargo de las secciones Opinión y Cultura del diario Clarín, fue director de la revista Tres puntos y publicó el libro La entrevista periodística; intimidades de la conversación pública, entre otros.

El caudal de tránsito que suele circular durante la semana laboral ha disminuido, aunque de vez en cuando el bocinazo de algún colectivero impaciente se hace escuchar. Ya son más de las 20 y una marea humana comienza a salir del edificio de Radio Nacional. Al final del pasillo iluminado aparece el periodista Jorge Halperín, cargando en su mano derecha un maletín y en la izquierda, varios paquetes envueltos en papel madera que amenazan con caerse. Saluda con una sonrisa e invita a pasar al hall “así estamos más cómodos”, dice.
“Un toque mágico” lo transformó de estudiante a periodista cuando cursaba primer año de periodismo en el Instituto Grafotécnico, “tenía que hacer una monografía, entrevistar y contar la historia de un periodista importante, lo entrevisté a Horacio de Dios, que estaba en el Noticiero 13 y en el diario El Mundo, me dijo que pusiera un carbónico (no había fotocopias) y le dejara una copia. Lo entendí como un gesto bonachón para con un estudiante, pero igual no perdí la fantasía y por supuesto le anoté el teléfono. A los pocos días, me llamó a mi casa y me ofreció trabajar con él. Tenía 19 años”
-¿Por qué eligió ser periodista?
Me parece que la motivación inicial era que en mi casa éramos una familia súper consumidora de revistas y diarios, me acostumbre de chico a disfrutar las revistas más que los libros incluso. En la juventud pasé a leer semanarios de los años 60: Panorama, Primera Plana, Confirmado, Análisis, y diarios. Esa primera etapa de mucho consumo de revistas me apasionó. A los 11 años, armé un equipo de fútbol de barrio y con hojas de carpeta Rivadavia imitaba la revista Así es Boca, que leía mi viejo, contaba los pases y las transferencias.
Podría describirse a Halperín como un enamorado del periodismo “Es una profesión que amo, a veces de manera excesiva, entonces me llevo el trabajo a casa, trabajo mucho en casa, pienso mucho tiempo en cosas periodísticas, más de lo que debería, tendría que poder separar momentos de trabajo y momentos de ocio familiar”.
-¿Cómo ve a los estudiantes de las carreras de Comunicación y de las escuelas de periodismo?
En todas las épocas hubo un núcleo de gente con muchas aptitudes hacia la tarea periodística y otro sector que estudia periodismo como podría estudiar turismo, que está viendo qué es lo que va a hacer. Creo que el problema más serio es que el estudio del periodismo tuvo un momento explosivo tan grande de propagación de alumnos y de institutos que llegaron a 50 mil estudiantes, y no hay modo alguno de que puedan encontrar suficientes puestos de trabajo. Otro problema que veo es que siempre entendí que el periodismo escrito es el que mejor forma y los pibes hoy están fascinados con la televisión, es entendible porque es el medio omnipresente, pero conspira contra el verdadero aprendizaje de qué es el periodismo. Me parece que este tipo de deformación que plantea la era mediática no ayuda a los chicos que quieren aprender un oficio hermoso como éste. Por último, otro problema hoy es que el periodismo pasa por una época muy mediocre, muy mediocre. Los periodistas cada vez pesan menos en las redacciones, veo un panorama difícil y eso me preocupa.
Entre risas menciona un episodio en el que tuvo que abandonar una entrevista a Joe Cocker porque “él, no yo, estaba tan borracho que contestaba estupideces”.
A los 19 años eligió el periodismo a pesar de que su papá le aconsejaba estudiar una carrera seria como Abogacía o Ciencias Económicas. Muchos años después y en su rol de padre tampoco quiso que sus hijos fueran periodistas. No hubo suerte ya que dos de ellos optaron por su misma profesión; “Creo que me han visto disfrutar de lo que hago, eso muchas veces inspira “comentó. El próximo domingo es el Día del Padre, quizá sea el motivo por el cual elige destacar de entre todas sus notas, “una que escribí con mi hijo mayor, Fernando, sobre un viaje en tren. Él hizo un viaje en una locomotora, ama los trenes igual que yo, y después escribimos la nota para la sección Opinión de Clarín, fue hace muchos años y es una de las cosas más hermosas que viví”, asegura.

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